En la Academia Interciudades, constantemente nos preguntamos ¿cómo se cuenta la ciudad?, en principio, se podría pensar o responder, que la ciudad se cuenta dependiendo de qué ciudad sea.

Esta deducción, tiene lógica si se asume desde la visión convencional de las ciudades como centros de dinámicas económicas, productivas e industriales.

Pero, ¿cómo podría contarse la ciudad desde la perspectiva de  propuestas participativas y ciudadanas?, ¿desde la gestión de  garantías para la satisfacción efectiva de necesidades vitales?, ¿desde las historias individuales y cotidianas de quienes las habitan?

¿Logras imaginarte un diario para la ciudad? en el que cada persona que vive en el territorio urbano y rural de esta, le escribiera una carta, y en esta carta cuente descriptiva y detalladamente ¿cómo la vive?, ¿qué representa para esta persona cada instante en esa ciudad?

Nosotros logramos imaginar este diario, y muchas de esas cartas; tal vez, porque para nosotros, la ciudad es más que su equipamiento, su infraestructura y su gobierno. Aquí en Academia Interciudades,  la ciudad, es cada circunstancia que estimula nuestros sentidos, y que además logramos compartir con alegría y entusiasmo, también con melancolía y anhelo. Éstas son, algunas de las razones que nos motivan a integrarlas.

Marcovaldo por ejemplo, cuenta la ciudad en las estaciones del año; y nosotros en  la Academia Interciudades podemos contar la ciudad con olores, sabores  y muchos colores, logramos contarlas de manera diversa, rítmica y sonora… también la contamos a través de la historia y la memoria popular  ¿tú?, ¿cómo cuentas la ciudad?